Andrea vive en una pequeña ciudad de poco más de 30,000 habitantes, pero hombres de todo el mundo la verán por primera vez en frente de una cámara. Lo único que los distingue entre sí son sus nombres de usuario que aparecen en la pantalla.

Les dice que es su primera vez en línea y le comienzan a dar algunas instrucciones.

“Muéstranos las tetas y el culo”, insiste uno de ellos.

“Lo que me pareció raro en un principio fue no poder ver el rostro de las personas que me miraban. Solo podía ver sus nombres de usuario en la pantalla. Sentí que estaba sola en un escenario ante una multitud de personas anónimas. Fue muy intimidante”, nos comentó.

Un primer cliente la contrató muy rápidamente para que le haga un show privado, seguramente excitado por la reciente llegada de esta chica nueva al sitio. La primera vez que se quitó la ropa en privado, nos dijo que estaba muy nerviosa y no paraba de temblar.

“Eres hermosa. No tengas miedo”, le dijo un cliente para tranquilizarla.

En su primera hora en directo, Andrea ganó no menos de 60 euros entre sus primeras propinas y shows privados, lo que no está mal para comenzar en lo absoluto.

Un cliente, ya fan de ella, quería verla llevar tipos específicos de lencería y le ofreció enviarle un paquete por correo. Pero, Andrea no quiere proporcionar su información personal a los miembros del sitio para proteger su anonimato y garantizar su seguridad así que le pide que espere unos cuantos días para que pueda conseguir un apartado de correos desde el que se puedan redireccionar paquetes a su casa.

Otro miembro del chat pareció tener deseos sádicos y le preguntó si tenía un látigo. Quería que ella misma se golpeara con el látigo, muy fuerte, quería que le doliera mucho. Andrea necesita el dinero, pero rechazó la oferta ya que aún no se siente lista para prestar ese tipo de servicio.

Otro cliente le ofreció 50 euros por hacer un vídeo personalizado de 10 a 15 minutos basado en su escenario de fantasía. Andrea nunca antes había hecho un vídeo personalizado antes, pero considera que es otra forma de aumentar sus ingresos. Así que aceptó la oferta sin demasiados titubeos.