Madeline Brewer interpreta a Alice, una chica webcam obsesionada con su puntuación y popularidad en el sitio de webcams donde trabaja. Alice constantemente excede los límites, creando espectáculos extremos como la puesta en escena de su propio suicidio con el fin de obtener más propinas de los visitantes y meterse en la lista de las 50 mejores modelos del sitio. Cuanto más alta sea su posición, más probable es que atraiga clientes de la competencia. Pero algunas modelos no se detendrán ante nada para evitar que suba. Aislada de sus amigos y familiares, Alice mantiene en secreto su trabajo y pasa la mayor parte de sus horas de vigilia frente a su cámara o respondiendo a los mensajes de sus clientes. Sin embargo, las cosas empiezan a ir mal cuando es víctima del robo de su identidad.
No obstante, más que un emocionante thriller psicológico que cautivará a los fans de Black Mirror, Cam intenta hacer hincapié en la vida de las trabajadoras sexuales y erradicar algunos estereotipos evitando deshumanizarlas y reducirlas a meros objetos sexuales.